Amores imposibles: champús sólidos de Lush

Pastilla de Squaky Green

Empezamos con una rewiev de productos para el pelo.

Escuché hablar de los champús sólidos de Lush hace muchos meses, y con las buenas opiniones que recibían en general, y lo bien que huelen, no me pude resistir a la tentación de probarlos.  Hasta ahora he usado 3 tipos distintos: el karma, el oceánico y el squeaky green. De estos 3, solamente he terminado la pastilla completa de Karma.

Antes que nada me parece interesante dar una breve explicación de cómo es mi cabello, para que todo el mundo pueda estar en antecedentes. Mi pelo: mechas rubias ocultas por un tinte, el cuero cabelludo graso, pelo seco, puntas abiertas. No suelo usar espumas, lacas, planchas, rizadores o productos similares que puedan estropear el pelo.

Lo que pone en la web de Lush:

• Karma: Los que hemos elegido Karma como un estilo de vida, queríamos que hasta nuestro pelo oliera con su magnífica fragancia. Además el champú Karma le devuelve vida al pelo que tiende a enredarse, tonificando el cuero cabelludo con aceites cítricos.

• Oceánico: Una pastilla de champú azul eléctrico que lleva dos clases de algas suavizantes, nori japonés y musgo de Irlanda. Añadimos sal marina porque es un estupendo limpiador y es muy buena para el cuero cabelludo irritado, además de darle volumen a tu pelo. Normalmente, nuestros productos inspirados en el mar van perfumados con lima, limón y lavanda, pero éste es la excepción. Sí que lleva limón, para que te brille el pelo, pero también lleva absoluto de jazmín, de mimosa y de azahar, la fragancia que esperarías encontrar en un jardín tropical.

• Squeaky Green:  Úsalo y evitarás arrojar a la basura 3 botellas de champú. Squeaky Green es nuestra barra de champú aromatiza con la esencia herbal 'Go Green' que perfuma fantásticamente el cabello. La nutritiva ortiga, el romero curativo, el árbol de té purificante y la menta estimulante, todas presentes y empaquetadas en este pequeño cuerpo verde que llega hasta tu cabeza. ¡¡Úsalo para mantener tu cuero cabelludo en buenas condiciones!

Precio: un poco más de 7 euros (en tienda física)

Mi experiencia: ¿Por qué un amor imposible? Porque me gustan mucho, pero les sientan fatal a mi pelo.

De los 3, el único que toleraba era el Karma que, la verdad, pasaba sin pena ni gloria y encima me enredaba el pelo que daba gusto. Eso sí, el olor me encantaba.

En cuanto a los demás, fue fatal.

El Oceánico me sacaba unas escamas de caspa horrorosas porque me secaba el cuero cabelludo hasta extremos insospechados. Me lo llevé en su momento porque había leído en algún blog que funcionaba en todo tipo de cabellos, tanto secos como grasos por las algas y la sal que contenía en la composición. El olor estaba bien, pero tampoco me emocionaba demasiado. Al ver las complicaciones que me daba (es que no os podéis imaginar las escamas de piel que me salían de la cabeza al salir de la ducha...daba miedo), decidía pasar rápidamente a otra pastilla distinta que tenía por casa (me compré dos a la vez para conseguir la latita), pensando que el efecto de la sal era demasiado potente para mí.

Pastilla de Squeaky Green

El Squeaky Green no fue tan agresivo, pero a los pocos días de usarlo también me terminó sacando caspa y no le hacía nada bien a mis puntas abiertas. El olor no me gustaba demasiado y tenía flores secas, lo que enredaba aún más mi cabello si eso era posible. Aún usando un acondicionador normal después de lavarme el pelo, me costaba peinarlo.

Mi opinión: si tienes un pelo todoterreno están muy bien. Son baratos, aguantan muchusimo tiempo y tardan en gastarse, por lo tanto compensa el desembolso de los 7 euros.  Pero si estás en un caso parecido al mío, no pondría demasiadas esperanzas en este producto.Es cierto que dejaban el pelo más brillante, pero no me lo mantenían limpio más tiempo, y viendo el resto de problemas que me daban, creo que no me compensa seguir usándolos. A lo mejor le doy una nueva oportunidad al Squeaky Green que todavía está por casa sin terminar, pero cuando tenga el pelo algo mejor. Eso sí, puedo confirmar que no volveré a comprar los champús sólidos de Lush (al menos de momento).